Fillipinas: Tifon, Lumbago y Navidades

Por dónde empezar después de tantos días sin escribir . La última vez me quedé en que mi amigo Alex volvía a Barcelona y empezaba mi aventura sola otra vez por Filipinas. Yo estaba un poquito preocupada porque aquí la mayoría de gente viajando son parejas y es difícil encontrar viajeros  solos para compartir.  Alex me decía no vas a tener ningún problema ya los buscaras, y así fue acabe como siempre viajando con gente genial. Me hice la extensión del visado. Para los que estéis interesados en viajar a Filipinas al entrar al país solo te dan 21 días de Visa y si te quieres quedar más tiempo necesitas hacerte una extensión de 38 días más y así simultáneamente cada vez que quieras alargar. La primera vez vale  unos 30 euros pero cada extensión que hagas después sube el doble.

Con mi Visa hasta el 22 de Enero mi maleta y mis ganas por seguir descubriendo este maravilloso País, me fui para Bohol, una de las islas  más turísticas de Filipinas. Antes debería explicar que el día que estaba en la oficina de visados conocí una pareja que tienen una ONG para niños con discapacidades y fui a visitarla. Tienen una casita con fisioterapeutas, educadores con niños pequeños. Si alguien se anima hacer un voluntariado estarán encantados. Ella es fisioterapeuta Filipina y el es un hombre mayor suizo jubilado que la ayuda con todo lo que puede. Se portaron súper bien conmigo que llevaron a visitar la ciudad de Dumaguete, y estuvimos charlando mucho rato sobre la realidad de este país que como ya sabéis me tiene el corazón robado. Como explicaba es un país con mucha pobreza escondida, muchas familias que viven con menos de un dólar al día.

Llegué a Bohol y me tope con la realidad turística l, fue un poquito extraño, porque llevábamos con Alex 3 semanitas sin ver muchos turistas  y al llegar a Alona beach en Panglao me encontré con restaurantes en la playa y hoteles. Hay que decir que la playa es muy bonita y que personalmente agradecí poder escuchar música en directo y comer bien. En esta isla puedes visitar las Chocolate Hills que son un montón de montañas redondas. Tienen en Tasier el mono más pequeño del mundo. Parece un Gremblin, pero es muy gracioso.

Estuve 4 días, visitando un poquito la Isla y hice 2 inmersiones en Tagliataran uno de los puntos más bonitos del mundo también para  hacer inmersiones.  Después cogí un autobús con dirección a Jagna para coger un ferry y visitar la isla de Camiguin, isla volcánica. Llegué al puerto y me comentaron que los barcos no salían porque se estaba acercando un Tifón. Yo estaba un poquito apurada, porque mi espalda no me  respondía y me dolía un montón. Me cogí un triciclo y me fui a una playa en el norte de Bohol que me había comentado que era muy bonito, Anda  Beach. Al llegar encontré una habitación con un montón de camas en una casita delante de la playa. NO había ningún turista y yo estaba cada vez peor. Casi no podía caminar. La señora de la casa era mayor y no hablaba inglés demasiado bien. Me tumbe en la cama, pero no mejoraba. Al final a las 5 de la tarde salí a preguntar a un restaurante que había delante y las lágrimas empezaron a caer por mi mejilla… supongo que la impotencia de no saber que tenía, de estar sola, y justamente sin ningún trurística alrededor. Me comentaron que si querían me llevaban al hospital. Yo cómo no sabía qué hacer me subí a la ambulancia y me llevaron a un hospital, si se puede llamar hospital. Me sentaron delante de la recepción, me tomaron la presión me hicieron un análisis de orina y me dieron medicamentos. Estaba lleno de mosquitos y mientras esperaba los resultados de las pruebas, por si tenía una infección de riñón me dedicaba a matar mosquitos, que por los que no los sabéis es lo que peor llevo de este viaje! Dios me tiene frita.

Tenía una sobrecarga muscular de la mochila, las botellas del  Submarinismo, bueno algo bastante normal después de 4 meses y medio  cargando una mochila. Estuve dos días de reposo en la cama,  acompañada por una chica Filipina majísima que me hacía compañía. Pude conversar muchas horas con ella, y me quedé muy parada de la realidad como decía antes de muchas familias  filipinas. Tiene 23 años es madre soltera y sus padres solo tienen una barquita para pescar. Fue un encanto. Su tía era la encargada de cuidar la casita, y ella iba cada día a misa con ella antes de Navidad.

Con todas estas, mis padres me llamaban al teléfono porque las noticias del Tifón eran bastantes malas. Mi madre me preguntaba estas bien,  y yo hombre no muy bien…pero yo hablaba de la espalda y mi madre del Tifon!!.
El viento era extremadamente fuerte, yo estaba tumbada en la cama sola, con mi espalda literalmente jodida. Estaba bastante asustada porque pensaba esto va a volar por los aires y yo con el techo. A las 3 y medía de la mañana empiezan a sonar las campanas de la iglesia. Yo me levantó de sopetón me preparo mi mochila pequeña y bajo corriendo a bajo. Por mi mente pasaron millones de imagines, esto es como los viejos tiempos, la iglesia avisa al pueblo que hay que refugiarse que llegue el Tifón. Bajo a la entrada de la casa y me encuentra a Ingrid la chica joven con su tía. Les pregunto si hay que esconderse que hay que hacer, y me dicen que no pasa nada, que las campanas suenan para ir a Misa del Gallo. Manda huevos, resulta que los filipinos van 9 días a las 4 de la mañana antes de Navidad a lo que llaman la Misa del Gallo.

Bueno después de una noche muy movidita, me levante un poquito mejor y al cabo de 2 días puedo coger el ferry para irme a la isla de Camiguin. Allí estuve 3 días con unos finlandeses que conocí en el ferry, recorriendo la isla en moto. Como todas las islas de Filipinas, tiene mil rincones escondidos preciosos. El paisaje era bastante diferente, ya que las playas eran volcánicas, y tenía muchas montañas,  cascadas y aguas termales.

Yo no quería pasar la Navidad en esta isla, y me fui para Malapascua dónde había quedado con una chica inglesa que había conocido en una  isla al principio del viaje y que por casualidad nos reencontramos en la isla de Bohol. También había conocido unos españoles que iban a pasar la Navidad en Malapascua. Llegué el día 23 y me instalé en un bungaló delante de la playa con la chica  Inglesa, Hazel.  La isla es súper pequeña pero preciosa. Allí hicimos un buen grupito de gente de todas las nacionalidades y organizamos una cena de navidad. Fue sinceramente muy extraño celebrar navidades en la playa y tan lejos de casa. Pero como estas en otra realidad, no parece Navidad.  Los filipinos no han heredado muchas cosas de nosotros, y no tienen muchas costumbres españolas, pero la FIESTA sí que la tienen presente. Cada día montaban en un polideportivo altavoces y a bailar. Así durante todas las fiestas. Fueron unas Navidades diferentes, lejos de casa pero bonitas a la vez.

Bueno ahora estoy con mi madre viajando que ha venido a verme 15, para que no se haga demasiado largo este post, cuando acabemos la  aventura con ella, porqué sinceramente está siendo toda una odisea casi cada día, os cuento.

FELIZ AÑO 2012